Fue detenido el último domingo en Estados Unidos el único prófugo que quedaba de los fusilamientos clandestinos de presos políticos en 1972, en el hecho conocido como la Masacre de Trelew.
Guillermo Bravo, teniente retirado de la armada, está acusado de ser uno de los militares que dispararon contra detenidos políticos en la Base Almirante Zar, en Chubut.
El militar reside hace cuarenta años en Estados Unidos y cuenta con ciudadanía de ese país.
En diálogo con radio Chubut, el abogado Eduardo Hualpa, representante de las familias de las personas asesinadas en la base Almirante zar de Trelew, explicó que Bravo era el último sin detener y ahora será necesario que se avance en su extradición al país.
El abogado penalista recordó que el teniente Bravo es la última pieza que faltaba, en cuanto a establecer las responsabilidades por la masacre de Trelew.
Lo dijo al recordar que el resto de las autoridades de la base en aquellos años fueron sometidos a juicio oral y público, y el teniente Bravo como obtuvo la ciudadanía estadounidense nunca fue sometido a proceso.
“El hasta ahora había zafado” reconoció Hualpa.
Y en este sentido, tras conocerse la noticia de su detención, Hualpa consideró que es una segunda oportunidad para pedir la extradición del teniente Guillermo Bravo, al recordar que en el 2010 oportunidad en que se lo había detenido, se había considerado que era un perseguido político y de allí que no se pudo avanzar en su extradición.