El director de seguridad de la policía, Paulino Gómez, admitió que con un sueldo de 40.000 pesos como cobran los ingresantes a la fuerza, no se puede vivir con el nivel de inflación que existe.
«Apenas alcanza para comprarse un par de zapatillas» reconoció.
Recordó además que los policías fueron quienes más le pusieron el cuerpo al gobierno durante todas las manifestaciones que debieron afrontar por los atrasos salariales y las protestas continuas.
Sin embargo les pidió a los uniformados que no tomen medidas de acción directa como paros o retención de servicio porque el peligro que eso significa para el conjunto social.