El debate por la llamada «causa Revelación» sigue su curso en el marco del juicio oral y público que tiene como imputados a ex funcionarios del gobierno de Mario Das Neves, acusados de recibir retornos de las empresas constructoras adjudicatarias de obras públicas a cambio de agilizar los pagos.

Resulta insólito que el único empresario que está sentado es Martín Castillo, quien asegura que jamás pagó retornos ni aceptó ser sobornado y fundamenta que, si llegó a esta instancia, es porque no quiso un arreglo como hicieron sus colegas en la causa que, por algunas reparaciones y obras menores, accedieron a la suspensión del juicio a prueba.

Abdón Manllauix, abogado defensor de Castillo, pregonó la inocencia de su asistido a quien no hay ninguna prueba que lo involucre, salvo un listado, del que nadie se hace cargo, donde se consigna un pago hacia el empresario de 100.000 pesos.

Manllauix aseguró que jamás Castillo recibió un peso por izquierda y si le pagaron esa cantidad es porque envió al menos 4 notas pidiendo un pronto despacho que fue al final respondido como correspondía, es decir liberando los pagos.

El abogado aseguró que vienen planteando esto mismo desde la audiencia preliminar, a pesar de lo cual siguieron el proceso porque no aceptaron la suspensión de juicio a prueba ya que Castillo pretende salir libre de culpa y cargo por la vía del debido proceso.

Para evitar confusiones, Manllauix recordó que la nómina donde aparece la inscripción «Bass», es decir la empresa de Castillo, no es la llamada «lista de Luthers» de la cual el autor se hizo cargo, sino de otra cuyo origen nadie conoce.