Toda esta maniobra fue observada por la cajera del comercio frente al cual estaba estacionado la Ford Eco Sport lo cual hizo que ella y su padre, que era el damnificado, lo siguieran hasta la comisaría y, al haber quedado expuesto, el policía le devolvió el envoltorio con la suma de 100.000 pesos que había sustraído con la condición de no ser denunciado.
Sin embargo el accionar delictivo llegó a oídos de sus pares que no dudaron en hacerlo saber como es su obligación, frente a un delito y así la causa siguió el camino judicial, explicó la fiscal Ivana Berazategui que llevó adelante la acusación.
El caso llegó a juicio, el que se realizó en los tribunales de Puerto Madryn donde la jueza Patricia Asaro decidió absolver al policía interpretando que la devolución del dinero implicaba la inexistencia del dolo, lo que será impugnado por la fiscal ante el Superior Tribunal de Justicia.
La situación tiene otro ribete insólito ya que el policía que hurtó la plata del vehículo lo hizo uniformado, en pleno servicio, y sigue cumpliendo funciones aunque no en Gan Gan sino en Puerto Madryn donde fue destinado.