Así lo explicó en diálogo con Radio Chubut hoy el productor Jorge Chico, poblador de la zona de Chichiguau, en cercanías de Talagapa, al norte de Gan Gan, límite con Río Negro.
El poblador describió el avance de la plaga que se deplaza por senderos que parecen moverse por la gran cantidad de tucuras que no son difíciles de combatir, porque se desplazan de manera ordenada y no saltan como sus parientas, las langostas.

Chico, quien reside en el establecimiento «Don Martín», reveló que la invasión se produce al norte de su propiedad, que linda con el paralalo 42, es decir el límite con Río Negro y es vecino de otros campos que están poblados por gente mayor o por quienes «no le ponen pila» y dejan que la plaga crezca sin combatirla.

El poblador explicó que «el paso de la plaga deja al campo negro» ya que se come toda la parte verde de la vegetación y deja sin alimento al cordero, por lo cual hay una afectación directa a la producción.

Jorge Chico se quejó por la falta de apoyo estatal, a punto tal que debe acudir a la sede que tiene Corfo en Gan Gan, que está a muchos kilómetros, donde apenas le dieron un litro y medio de «Ivermectina», el poderoso insecticida que se usa en estos casos y que rinde mucho porque se diluye en agua.

El poblador explicó sin embargo que es difícil diseminar el producto con mochilas pulverizadoras en semejante inmensidad, porque además la especie no está muy visible.

Considera que el grave problema lo tendrán en los años venideros porque al no haber combatido a tiempo la plaga se dejó crecer el fenómeno y no solo eso, su capacidad de desovar es tal que asegura que la población se aumentará en temporadas próximas.

De paso ironizó sobre los títulos de los diarios de Río Negro donde hablan de las «patrullas de tucaneros» que supuestamente salen a combatir la plaga que él jamás vió, salvo una vez que divisó a un solitario combatiente lidiando en medio del monte.