Son datos estadísticos que expuso el licenciado en química Jorge Zavatti, docente de la Universidad Tecnológica Nacional, facultad regional Chubut.

Por ejemplo, las localidades de Gastre y Telsen registraban en el año 1947 una población de alrededor de 3.000 habitantes cada una, que hoy se reduce a la mitad.

Zavatti consideró que los habitantes de la meseta calzan en la definición de «migrantes ambientales», es decir población que debió trasladarse de un lugar a otro porque las condiciones de su hábitat cambiaron producto de las plagas, la sequía, el proceso de desertificación y la consecuente caída del sustento económico.

Por la suma de estos factores, los pobladores de la meseta fueron desplazándose hacia Comodoro Rivadavia, las poblaciones del valle o Puerto Madryn en busca de mejores condiciones y buscando un futuro que no encuentran en su lugar de origen.

La respuesta es solo una: no pueden vivir de la producción ovina.

Este fenómeno migratorio lleva 70 años, por lo que no se le puede adjudicar a una política premeditada como aseguran los que se oponen a la minería, ya que en aquellos tiempos ni siquiera se habían hecho las prospecciones para determinar la potencialidad de los yacimientos que hoy se conocen.

El otro dato llamativo es que, si se proyecta el crecimiento de las poblaciones tal como creció la provincia, Gastre o Telsen deberían tener 37.000 habitantes y no cerca de 1.500 como ocurre hoy.

Esto además tiene otro componente que es el político, pues al ser pocos pobladores no tienen el mismo peso electoral que el resto y ni un diputado pueden colocar para que los represente.