Argumentó que es una contradicción que, en un país con la mitad de la población pobre, se estén destinando fondos para sostener una empresa deficitaria que encima es utilizada solo por una minoría, pero pagan todos, aunque jamás hayan utilizado ese servicio.
Aclaró sin embargo que eso no significa darle «un cheque en blanco» al gobierno nacional porque no es cuestión de entregarle el capital a un privado para sacarse de encima un déficit y es necesario estudiar muy bien las alternativas.
Negó que Chubut sea una provincia que se quede sin conectividad, que es uno de los argumentos utilizados por los que se oponen a la privatización, porque tranquilamente esa línea la pueden asumir los privados que tengan interés.
La legisladora aprovechó también para explicar que ella no forma parte del bloque «Provincias Unidas» y ratificó su pertenencia al PRO, alineada con Mauricio Macri, todo esto en acuerdo con el gobernador del Chubut Ignacio Torres quien es el que fija las estrategias.