El dato fue reconocido en conferencia de prensa por el intendente de esa ciudad, Sergio Ongarato.

El dirigente expuso que se trata de un alquiler que se pactó en la gestión anterior, o sea en la suya porque era intendente.

De acuerdo a lo que explicó, estaba previsto trasladar a ese edificio dependencias oficiales, de allí el contrato de alquiler.

Pero como el edificio no fue utilizado, la municipalidad pretendía no pagar el alquiler cosa que el locador no aceptó por lo que terminaron pagando casi 3 millones de pesos.

El intendente, para desmarcarse de la grosera irregularidad que implica lisa y llanamente tirar la plata, sostuvo que se decidió pagar esa suma por recomendación de la asesoría legal.

«Es un error, pero no una acción dolosa» dijo Ongarato.

La Concejal del Frente Vecinal, María Martínez, reconoció hoy en diálogo con Radio Chubut que no conocían nada sobre ese trámite, más de lo que se publicó por los medios cordilleranos.

Recordó que en ningún momento pasó por el Concejo Deliberante la contratación, pero prometió investigar, para lo cual están recabando la información pertinente.

Martínez se mostró sorprendida por la explicación que dio el intendente respecto a que este no es un caso de corrupción como ocurre en provincia o nación, en una clásica maniobra de «mirar la paja en el ojo ajeno».

De paso recordó que hay varios casos que son motivo de investigación por manejos extraños en las finanzas públicas municipales, incluso uno sobre la tasa que se cobraba en la terminal y que está judicializada.