Lo aclaró en diálogo con Radio Chubut el ministro de seguridad de la provincia, Federico Massoni, quien negó que se pretenda culpar a los agentes públicos por la desaparición de las 30 dosis de la vacuna rusa que se extrajeron del vacunatorio ubicado en el hospital regional.
El ministro recordó que los allanamientos que se practicaron en viviendas de Comodoro Rivadavia se hicieron con la máxima discreción y no fueron dirigidos contra «empleados públicos» al voleo sino ante gente que tuvo algún tipo de vinculación con el lugar donde estaban las vacunas que desaparecieron.
Cuestionó de paso la tardanza que se produjo en realizar la denuncia porque se perdieron días muy valiosos.
Y admitió que los «frasquitos» con las dosis no fueron encontrados en ningún allanamiento por lo que todas las fichas están puestas en los teléfonos secuestrados.