Hace algunas semanas el barco rompehielos Artic Sunrise de Greenpeace estuvo en la zona denominada “agujero azul” en el límite del mar argentino y de Chubut en donde hay más de 400 barcos depredando y generando un importante daño ambiental, y en charla con Radio Chubut, Bruno Giambelluca, Coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace en Argentina, explicó que siguen en la búsqueda de que se apruebe el proyecto de ley de Área Marina Protegida para detener el deterioro ambiental y la sobrepesca.
“Con nuestro buque estuvimos trabajando en el agujero azul donde se concentran los buques pesqueros y es una realidad, se forma una ciudad flotante como para dimensionarlo, hubo que maniobrar para esquivar y es muy preocupante por la biodiversidad y el impacto en el océano” contó.
El problema es que esto es por fuera de las 200 millas, son aguas internacionales y no hay regulación de ningún tipo no hay control, es tierra de nadie y eso debe cambiarse de forma urgente porque conviven barcos rastreros que dañan mucho el ambiente, puntualizó.
Además, agregó que hay barcos grandes de acopio de la pesca de buques menores, eso potencia la pesca, hay doble esfuerzo pesquero y el impacto es el doble, y que también se abastece combustible y es imposible de controlar la seguridad allí, como con el traspaso de mercadería.
La manera de combatirla para Giambelluca es que “Argentina aprobó a través de Naciones Unidas la plataforma continental lo que le da derechos sobre el fondo y la plataforma marítima, desde Greenpeace buscamos la aprobación del Área Marítima Protegida Agujero Azul para terminar con la pesca de arrastre que causa tanto daño, y añadió que otra herramienta que piden es la de un Tratado Global de Océanos para proteger el cuerpo de agua de esa zona.