El dato fue admitido por el ministro de salud de la provincia, Fabián Puratich, en diálogo con Radio Chubut.
El concepto de objeción de conciencia se estableció en la ley recientemente sancionada para la interrupción voluntaria del embarazo y apunta a aquellos médicos que, por creencias personales, prefieren abstenerse de realizar abortos.

Según información de fuentes hospitalarias a las que tuvo acceso Radio Chubut, hay un gran número de profesionales que son objetores de conciencia, lo cual fue admitido por el ministro Puratich.

Sin embargo, el funcionario aseguró que el sistema público de salud garantiza que la mujer que desee realizar la práctica lo pueda hacer, incluso si es necesaria la intervención quirúrgica.

La inscripción como objetor de conciencia se hace al momento de la matriculación del médico, donde se llena un formulario declarando tal condición.

El ministro de salud Fabián Puratich aseguró que el mecanismo de inscripción está bastante aceitado en Chubut porque acá la práctica comenzó a regir para los casos de violación desde el 2010 tras el llamado «fallo FAL», denominación dada por las iniciales del nombre de la chica de 15 años de Comodoro Rivadavia que fue violada por su padrastro y su madre recurrió a la Justicia para que su hija pudiera realizarse el aborto en un hospital público.

Su reclamo fue rechazado en primera y segunda instancia de la Justicia de Chubut y cuando la joven cursaba la semana 20 de embarazo intervino el Tribunal Superior de Justicia que encuadró el caso como uno de los supuestos de aborto no punible y permitió la realización del aborto.

En diálogo con Radio Chubut, el ministro de salud aseguró que la práctica de la interrupción del embarazo está garantizada en el sistema público de salud por más que exista un número significativo de ginecólogos que sean objetores de conciencia.

«El sistema público garantiza la práctica, incluso si es necesaria algún tipo de intervención quirúrgica» explicó el funcionario.