El Secretario de Organización de la Unión de la Construcción de Puerto Madryn, Javier Moya, recordó que ese gremio hace más de 6 años que viene pidiendo que se habilite la actividad minera, porque para ellos representarán cientos de puestos de trabajo con buenos salarios.

Se mostró sorprendido porque de un momento para otro dejó de hablarse de la actividad que estaba a punto de tratarse en la legislatura.

Razonó que hoy lo necesitan más que nunca porque tienen 1.300 desocupados que todos los días golpean en la sede gremial buscando una respuesta.

Es tal el nivel de desesperación, que se llegó a sortear las pocas «changas» entre los desocupados que llegan todos los días a la sede gremial.

Su prédica en favor de la minería es porque muchos obreros de Puerto Madryn viajaron a Santa Cruz cuando la actividad se habilitó allí y en muchos casos se radicaron definitivamente en la vecina provincia, tras encontrar un trabajo estable en los yacimientos.

Reconoció que se reunió con los anti mineros que le ponían como argumento que las empresas extractivas dan trabajo por 2 años cuanto mucho, y les contestó que no tienen idea de su realidad laboral porque para ellos es muchísimo tiempo teniendo en cuenta que trabajan en el día a día.

Contó que la situación laboral en Puerto Madryn -al menos para su sector- es tan apremiante, que muchos están en situación de calle, subsistiendo con las pocas changas que surgen y viviendo en los vehículos porque ya ni alquilar pueden.