Lo hizo a través de Radio Chubut durante la tarde de este martes, luego de haber recibido a las autoridades en su campo en donde se realizó un allanamiento.

Se trata de Ricardo La Regina, propietario del campo en cuestión, ubicado en Punta Tombo.
La Regina quiso aclarar por LU20 que “la mayoría de las cosas que están diciendo son mentiras, porque jamás se mató ni se electrocutó a ningún pingüino”.

“Yo jamás haría eso porque siempre estoy muy al tanto de la fauna y su conservación”, aseguró el hombre, quien también dejó en claro que el sector del que se habla no está lindero a la Reserva Natural, sino que se trata del límite entre su campo y el de su tío, ambos ubicados a 10 kilómetros de distancia de la Colonia grande de pingüinos ubicada en Punta Tombo.

De todas formas, reconoció que ese lugar no es una reserva natural protegida, aunque si es cierto que existe una colonia de pingüinos mucho más chica que la que concurre el turismo.

Agregó que el alambrado del que se habla, se instaló durante el invierno cuando ni siquiera habían llegado los pingüinos a esa zona.

“Está todo documentado de cuando construimos el alambrado, y lo realizamos porque criamos vacas y es muy necesario para impedir que los animales se escapen”, explicó.

Agradeció el poder estar contando su verdad en Radio Chubut y le aclaró a la gente que “jamás se mató ningún pingüino en la construcción de ese alambrado”.

Explicó que el alambrado es uno común, de seis hilos como el de cualquier campo, solo que a 70 centímetros de altura tiene un alambre electrificado.

“Todos conocemos a los pingüinos y sabemos que como mucho tienen unos 40 centímetros de altura y por ello ningún pingüino pudo haberlo tocado, eso es falso”, remarcó Ricardo La Regina.

Y agregó que el mismo tiene un largo de un kilometro y solo intercepta a la colonia de pingüinos en los últimos 100 metros.

La Regina contó que toda esa zona de campos perteneció a su abuelo, Luis La Regina y cuando éste falleció hace 10 años, se dividió el mismo en dos mitades que fueron repartidas para su padre y para su tío.

“Como mi papá es discapacitado me hice cargo yo del campo y desde ese entonces, hasta hoy, hemos tenido innumerables conflictos con mi tío y esto seguro es parte de su ataque”, manifestó.

Volvió a hablar del alambrado y también desmintió que el mismo impida que los pingüinos vayan hasta el mar a alimentarse, ya que el alambrado corre perpendicular al mar y los pingüinos cuando bajan a alimentarse lo hacen en paralelo al alambrado.

Dijo que cuando durante el mediodía de este martes las autoridades se hicieron presentes para allanar su campo, “dejaron sentado en el acta que la altura del alambrado electrificado es de 70 centímetros y que solo secuestraron dos pichones muertos dentro de un nido”.

Explicó que ese tipo de situaciones, el ver pichones vivos y muertos dentro de los nidos, es común en esta época del año.

Por último, Ricardo La Regina aprovechó para volver a denunciar a Turismo de Provincia ya que “son ellos los que realizan daños en la Reserva y ya los denuncié hace 5 años”

Describió que desde Turismo de provincia se realizó un desmonte hace algunos años pasando por arriba a los pingüinos y ventiló que actualmente están tirando dentro de su campo, a cielo abierto, los desechos cloacales que se generan en Punta Tombo.

“Hay dos caños de excremento de los turistas que los tiran en mi campo, a cielo abierto, y que luego de ahí toman agua los guanacos”, finalizó.