El secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut, Santiago Goodman, le pidió al gobierno provincial que deje el discurso del lamento público para justificar los atrasos salariales, al que bautizó como «la política del llanto».
En contraposición al gimoteo, pidió que exista una política más activa, y de paso reclamó que el gobernador Mariano Arcioni imite al presidente que públicamente le pide a los grandes capitales que ganen un poco menos en esta época de crisis.

En ese contexto pidió que se deje sin efecto el pago de la deuda externa, sobre todo el empréstito de 650 millones de dólares que se paga por «débito automático» de las regalías petroleras, fondos que vendrían muy bien en esta época de crisis.

Aseguró que la economía familiar de muchos maestros es desesperante porque no cobran todavía el mes de febrero y tienen chicos a cargo, lo que obligó a la ATECh a implementar un sistema de asistencia alimentaria a través de bolsones.

Respecto a las «aulas virtuales» cuya implementación comenzó supuestamente ayer en Chubut, Goodman sostuvo que es de imposible cumplimiento porque en muchos casos no hay conectividad y en otros directamente las familias no cuentan con la tecnología.

«Pero además eso no reemplaza el trabajo del docente en el aula y no es aprendizaje de nuevos conocimientos» advirtió.

Cuestionó que a través del sistema se quiere imponer un falso presentismo entre quienes adhieren al sistema como que «están presentes» en el aula virtual y quienes no, son pasibles del descuento de ese ítem en el sueldo.

También criticó la decisión del gobierno de incluir al área de servicios públicos como prioritario a la hora de pagar los sueldos sin rangos, a lo que calificó como «una distorsión» de las propias reglas de juego que el gobierno anuncia.