Así lo detalló a este servicio informativo Flavia Tores, madre de un alumno del jardín 420 de la localidad.

La mujer describió que decidieron tomar la institución ante la falta de respuesta de las autoridades.

Repasó que el 17 de noviembre explotó un caño de la caldera en la institución, y sostuvo que se encontraban en el lugar dos auxiliares que por suerte no salieron lesionados.

Tras la situación indicó que se realizó una inspección por parte de obras públicas y se retiró el medidor de gas.

Torés denuncia que desde entonces no han podido retomar las clases.

Pese a que en un principio los habían decidido trasladar a otra sede, la directora informó que allí hay perdidas de gas y que los matafuegos están vencidos.

La mujer explicó además que luego de tomar el jardín se acercó a dialogar con ellos una supervisora pedagógica, quien no pudo brindarles respuestas concretas.

Y repasó que el jardín tiene además otros problemas edilicios como las puertas de emergencia que se encuentran atadas con alambre debido a que están rotas hace más de un año.

Resaltó que se han presentado notas para las reparaciones sin respuesta alguna e incluso habían dado aviso de que la caldera venia teniendo inconvenientes antes de la explosión.

Por último, Torés afirmó que es una situación general la que se vive en las instituciones educativas de la localidad y repasó que tienen el antecedente de junio cuando los alumnos de una escuela de la localidad se intoxicaron con monóxido de carbono.

Además de ello, indicó que el resto de escuelas también tienen problemas edilicios y que la mayoría están funcionando en otros espacios como clubes de futbol, iglesias, centros comunitarios e incluso en la municipalidad.