Así lo prometió el ministro de ambiente de la provincia, Eduardo Arzani, en diálogo con Radio Chubut.
El funcionario aseguró que el proyecto de desarrollo de la meseta central, que incluye a la minería como eje productivo, contará entre otros mecanismos de control con un «observatorio ambiental» que trabajará los 365 días del año en tiempo real.
La intención es que en esa tarea de seguimiento participen también entidades académicas como la universidad y científicas como el CENPAT, de manera que se pueda asegurar un seguimiento con mirada de especialistas.
Arzani además se refirió a la figura del veedor público que lo puede ejercer cualquier ciudadano previa inscripción y cuando lo solicite.
El funcionario recordó que las empresas que realizan este tipo de actividades extractivas se rigen por las normas ISO 9001 que los obliga a la excelencia en los aspectos productivos, sobre todo el ambiental.
Reconoció que los estándares de cuidado cambiaron notablemente en los últimos años y eso hace más confiable la actividad minera que tiene además la obligación de disponer de un seguro ambiental obligatorio, una póliza de caución y de caducidad.
Además aclaró, que el proyecto minero que se pretende habilitar es en los departamentos de Telsen y Gastre, que ocupan el 16% del total del territorio y no el 70% como promocionaron los antimineros.