Un 18 de junio pero de 1982 llegaban a Puerto Madryn miles de soldados argentinos provenientes de las Islas Malvinas.

Ese día vecinos de la ciudad quisieron recibir a los combatientes con alimentos y armaron sanguches de todo tipo, por lo que la fabricación de pan no dio abasto y se recuerda este día como “El día que Madryn se quedó sin pan”.

Julio Calvo, veterano de la guerra de Malvinas, recordó este día y comentó con Radio Chubut que lo que hizo la gente fue “muy espontaneo”.

“Vieron la posibilidad de atender a los soldados porque se veía venir como venían de una guerra, la ciudad se levantó y lo primero que quisieron hacer fue hacer sándwich de lo que sea, como para darle de comer a los soldados que venían en los camiones” contó.

También recordó que aunque los militares intentaron evitar que las personas hablaran con los solados para que no cuenten nada, no lo pudieron evitar y las familias de Puerto Madryn llevaron a los combatientes a sus casas para que pudieran comer, bañarse y comunicarse con sus familias.