Así lo recordó, quebrado por el dolor, el padre de la niña, Fabricio Ochoa, en diálogo con Radio Chubut.
El hombre, junto a su esposa, se encontraba en Bariloche por razones laborales cuando se enteró de la tragedia de la que no se puede reponer porque «desde entonces estoy en shock» reconoció.
Fabricio y su familia se quedaron literalmente sin nada, porque la vivienda fue literalmente consumida por las llamas, y residen provisoriamente en la vivienda del vecino.
Agradeció las muestras de solidaridad que recibió durante estos días que le dan fuerza para seguir porque bajo su responsabilidad hay más niños a los que hay que contener.