El funcionario describió en principio que el puerto de Rawson volvió a la normalidad tras el severo altercado que se produjo en la banquina donde fue golpeado el patrón de una embarcación por personal de la estiba.

Aguilar dejó en claro que este no es el primer conflicto y que las refriegas son bastante más comunes de lo que parece, propio además del movimiento y fragor de la actividad.

El funcionario admitió que fue acusado de ser parcial a la hora de involucrarse con el tema por su condición de abogado del sindicato de los estibadores.

Pero explicó que en realidad los cuestionamientos tienen que ver con él tiene las estadísticas de los hechos violentos en los que no siempre son los trabajadores de la estiba, como se pretende hacer aparecer.

Con todo, explicó que no se resuelve nada a los golpes ni apelando a la ley de la selva.

Todas las partes aceptaron un mayor control en el acceso al muelle, aunque todavía el control de alcoholemia no se practica ni tampoco el narcotest.