La investigación comenzó por una denuncia que formuló el ganadero Diego Varela Díaz a quien le faltaban más de 140 lanares.

A poco de comenzar la pesquisa, la policía orientó sus pasos a un establecimiento cercano donde se encontraron 29 cueros con las señales del campo robado y 112 animales en pie que respondían a las mismas marcas.

Lencinas valoró el trabajo realizado por la repartición a su cargo que debió juntar la hacienda y confirmar que los ejemplares tienen todos a la misma señal motivo de la causa iniciada.

Lencinas reconoció que los imputados son gente muy conflictiva, que intervino en otros hechos violentos y tienen en vilo a los pobladores cercanos, incluso hasta la propia policía porque también descargaron su furia contra los uniformados.