Prado precisó que en realidad faltan neonatólogos y, para reemplazarlos, se les ordenó a los pediatras que dieran una mano allí.
En esta política de «desvestir a un santo para vestir a otro» por la falta de profesionales, se les pide a los médicos de guardia y generalistas que atienden a la población adulta que se hagan cargo de los más pequeños, con la responsabilidad que eso implica, detalló Prado.