Según explicó, por la diferencia en los valores entre el oficial y el blue, las empresas no quieren trabajar a pérdida y se produce menos combustible lo que genera la escasez.

Torres aseguró que este desfasaje viene desde hace tiempo y en ella tiene directa implicancia la política porque para evitar la pérdida de votos, no se actualizan los precios de los combustibles, lo que llevó al colapso actual del sistema.

El empresario dijo que Argentina no se autoabastece de manera completa de naftas y solo lo hace de manera parcial, pero además, necesita de insumos importados que no pueden comprarse por la falta de moneda extranjera.

Señaló que en la actualidad hay tres barcos esperando para ingresar al país, pero al no haber disponibilidad de dólares el recurso no puede entrar.

La falta de combustibles afecta a todas las empresas del rubro.

Dijo que las estaciones tienen un cupo de abastecimiento pero con el colapso del sistema se genera cierta psicosis en los consumidores que buscan el combustible, aumenta la demanda y la oferta es cada vez más baja.

Consultado por la situación en la zona de la cordillera, donde la existencia de naftas es nula, explicó que ello tiene que ver con un tema de logística y las distancias que se deben recorrer para abastecer a esa zona con camiones que salen desde Neuquén y Bahía Blanca para el sur del país, debido a que en la Patagonia sur no hay refinerías.

Se espera que para la semana que viene mejore el panorama con el ingreso de los barcos anunciados por el gobierno nacional.

En relación a la existencia del recurso en las estaciones de Trelew, Torres señaló que en las expendedoras Axion y Puma, todavía queda combustible pero por la demanda podría haber faltantes por algunas horas o incluso un día entero hasta la llegada del camión que abastece.