El funcionario dijo que antes eso no ocurría porque las calles estaban en malas condiciones, lo cual cambió gracias a la gestión de Julio Otero al frente de vialidad nacional que repasó las calles y las dejó «como un billar», lo que facilitó la pista de carreras.
Para ponerle coto dictó una resolución mediante la cual reglamenta la construcción de los llamados «lomos de burro» y le asigna funciones a la policía para que actúe contra los corredores.
También reconoció dificultades en materia de seguridad por los robos que se produjeron en comercios.