Cecilia Torres Otarola admitió que su principal preocupación como flamante ministra de familia y desarrollo social es atender al sector más vulnerable que es la franja de jóvenes que desde hace dos o hasta tres generaciones vive del asistencialismo y jamás vio trabajar a sus padres.
“Ellos no tienen la imagen del trabajo, las responsabilidades, las obligaciones para ganarse el sustento. Son jóvenes que cuentan con poco más de 20 años y quizá ya son padres” referenció.
Torres Otarola prometió un trabajo territorial, con mucho contacto con “la casa” de cada uno de los que necesita.
Si bien reconoció que le preocupa la situación que viven los vecinos del interior provincial, más le preocupa las migraciones internas que provocaron severos bolsones de pobreza en la periferia de las ciudades.