El Centro de Formación Profesional Número 653 es uno de los espacios de mayor demanda cada año y esa situación se refleja en los días previos a la fecha de inscripción cuando se puede observar en la vía pública a los interesados que acampan para obtener una vacante.

El responsable del turno tarde la institución, Diego Spadaccini señaló que este último año, se incrementó la cantidad de interesados que se inscribieron y que están culminando por estos días la capacitación, lo que está directamente relacionado con la desocupación, interpreta el responsable.

Este viernes, se realiza la muestra anual de los trabajos que se concretaron durante este año.

En este 2019 se dictaron alrededor de 30 cursos y capacitaciones, que van desde Carpintería, electricidad o instalador gasista hasta portugués para turismo, diseño web y asistente administrativo.

La oferta académica es variada, avalada por el ministerio de educación y abierta a la comunidad que acompaña en cada ciclo.

La institución funciona desde hace 40 años en la ciudad y el edificio está ubicado en calle Rivadavia Norte 192, donde se dictan la mayor parte de las capacitaciones aunque este año y debido a la alta demanda, se ha dispuesto que algunas de las ofertas se dicten en doble turno o en espacios alternativos al edificio central.

Las aulas, si bien a veces resultan chicas, cubren las necesidades básicas.

Sin embargo se está trabajando para poder habilitar nuevos espacios.

Es en ese sentido que la institución ofrece números para un sorteo de fin de año que tiene como premio un carro batán, un portón reja, un cordero y una parrilla chica.

Los elementos fueron todos construidos por los alumnos de la institución y los números están disponibles en la escuela.

Única entre ellos

Evelyn Aguilera es una joven que durante este 2019 cursó en el CFP 653 el curso de soldador básico.

Ella es la única mujer que forma parte del grupo de 13 alumnos que se capacitó en el área.

Según contó, se inscribió junto con su novio “para hacer algo juntos”.

Aseguró que fue muy bien recibida por sus compañeros varones quienes siempre la acompañaron y que la cuidaron en el proceso.

Contó que entre los objetos que construyó, este jueves puede exhibir con orgullo una parrilla.

Con alegría, invitó a otras chicas a que se sumen a estas actividades “que no tengan miedo porque sus compañeros sean varones, de que no las vayan a tratar bien”