Se trata de Betina Grosman, quien recurrió a la policía este sábado cuando se producía un evento artístico en el gimnasio del club con el sonido de los potentes equipos que se escuchaba a varias cuadras a la redonda.

«Yo vivo enfrente del gimnasio y era tal el sonido que retumbaba las paredes» describió.

Grosman detalló que esperó hasta la medianoche y ante la evidencia de que nada iba a cambiar decidió ir en persona hasta el gimnasio donde observó que las puertas y ventanas estaban abiertas, con lo cual el sonido se difunde hacia la vía pública.

Fue el propio policía que estaba de custodia quien le recomendó que hiciera la denuncia, cosa que realizó ante la comisaría primera.

Grosman reconoció que tuvo un aumento de presión y hasta taquicardia, lo que no pasó a mayores por la actitud de contención que tuvieron en la propia policía.

Reveló además que el juez de faltas, Marcelo Gelvez, se hizo presente para solidarizarse por lo que vivió, constató en persona lo que había ocurrido y labró un acta que podría servir para una actuación judicial.

Consideró que podría caber un delito penal tanto para el intendente Adrián Maderna como para la concejala Lorena Alcalá, que es autoridad del Club Independiente y no puede desconocer que en la entidad que dirige se realizan encuentros musicales que no están permitidos, porque eso sería desconocer las ordenanzas.