Lo dijo el Director de Flora y Fauna de la provincia, Fernando Bersano, que explicó que el número de ejemplares sin vida llegó a 30 porque se detectaron 12 con un sobrevuelo por parte del Instituto de Conservación de Ballenas.

El funcionario agregó que si bien se esperan para la próxima semana los resultados toxicológicos de las muestras tomadas de los mamiferos para conocer la causa de mortandad, ya bajaron los niveles de toxinas en el agua de la Península, lo que podría tener relación con las muertes.

Recordó que lo más importante será lo que arrojen los análisis en donde se buscan toxinas e identificación de algas en el contenido gástrico de los primeros ejemplares aparecidos.

Al respecto, señaló que estos últimos 12 ejemplares detectados están en playas inaccesibles y con un muy avanzado estado de descomposición que no permite estimar la fecha de muerte.

Por este motivo, es que junto a los investigadores sostienen que éstas podrían haber sido afectadas en el inicio o en la previa de este fenómeno, aunque aclaró que de los 30 ejemplares sin vida puede que no todos respondan al mismo problema.

«Seguimos como grupo nucleo del fenómeno a los primeros de las 72 horas que fue el caso atípico de mortandad, y lo bueno es que en este panorama no aparecen ejemplares muertos y los valores de toxinas para los golfos están bajando, es alentador porque podría ser el inicio de fin de este fenómeno» puntualizó.