Ricardo Sastre concedió un extenso reportaje en vivo desde los estudios centrales de la radio durante la emisión del programa “Se viene la noche”.
La situación de Puerto Madryn tras su gestión como intendente, lo que dejará de herencia a su hermano y sucesor Gustavo Sastre, la relación con el gobernador Mariano Arcioni y su futuro como vicegobernador; fueron parte de los temas abordados.
En ese marco, el intendente de Puerto Madryn, sostuvo que junto con Neuquén capital, Puerto Madryn fue de las ciudades del interior, la que más creció en proporción a su población.
El jefe comunal valoró el desarrollo de la ciudad del golfo con los contrastes que ello implica por la falta de terrenos y las dificultades económicas propias que no acompañan con inversiones la infraestructura urbana que se requieren.
Ricardo asegura que le dejará a su hermano mellizo y sucesor, Gustavo Sastre, una municipalidad saneada y con un dato que no es menor: se utiliza poco más del 50% de la masa de ingresos para el pago de los sueldos.
Esta relación contrasta con muchos municipios que consumen hasta más de un 90% de sus ingresos en masa salarial, con lo cual no quedan recursos para el resto de las obligaciones.
Sastre incluso reconoció que al principio de su gestión estaba con ese nivel de asfixia económica, pero logró bajar ese porcentaje hasta ubicarlo en una relación razonable.
“Esto se logró con el apoyo de los propios empleados municipales” reconoció el intendente, de allí que el encuentro que mantuvo con los trabajadores de su comuna el fin de semana con tono de despedida fue muy emotivo por todo lo que significó.
Explicó que Puerto Madryn tiene un verdadero cepo inmobiliario para expandirse, porque ya no tiene más tierras fiscales y los terrenos que están alrededor de la planta urbana son de sucesiones privadas.
Sin embargo están con un plan para urbanizar 2.700 lotes que serán destinados a un perfil de adjudicatario de clase media, es decir una franja de población que puede pagar un terreno no a precio social, como otros que se entregaron, pero a un valor menor que los ofrecidos por inmobiliarias que resultan inalcanzables para la mayoría.
Foto: Maxi Jonas