La funcionaria indicó que para este sábado se esperan altas temperaturas, pero también lluvias, lo que siempre es un alivio.
Explicó que la geografía donde se desarrollan los focos es compleja por las pendientes que presenta y que dificultan la tarea de los brigadistas.
Mirantes señaló que los focos activos de los que se habla, tienen más que ver con el incendio en la parte baja de los árboles, trocos y raíces, y que provocan humo más que llamas, como se veía en el inicio del siniestro.
Es por ello que los bomberos y brigadistas deben trabajar de manera continua, con relevos, pero sin abandonar el terreno.
Este viernes llegó a la zona del incendio un nuevo grupo de brigadistas que se suma al que ya está trabajando y para este domingo se aguarda el arribo de otros 36 combatientes, provenientes de la provincia de Buenos Aires.
De esta manera, son mas de 500 personas las que están abocadas a la extinción.
Mirantes indicó que, con las lluvias de mitad de semana, se aplacó el siniestro, pero de ninguna manera el incendio quedó controlado ni mucho menos extinguido, aunque esperan que esto pase en los próximos días si es que no ocurre ninguna situación inesperada.