Emprendedores de Comodoro Rivadavia desarrollaron un dispositivo que permite automatizar los respiradores manuales para ponerlo a disposición del sistema de salud pública a fin de enfrentar la pandemia de coronavirus.
La iniciativa fue confirmada por el empresario Enrique Cáseres, socio de una firma dedicada al desarrollo de integradores y automatización de instrumentos de medición para la industria petrolera.
«La verdad que nosotros no sabemos nada de electro medicina y de equipamiento médico pero nos comprometimos porque nos habían pedido desde la municipalidad colaborar y no lo podíamos hacer desde el aporte económico porque respiradores, que era lo que se nos solicitaba, no hay en existencia en el mercado» describió en diálogo con Radio Chubut.
Todo comenzó durante la reunión que mantuvieron hace un par de semanas con el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, de la que surgió la idea de hacer una colecta con las otras firmas de la cámara de servicios petroleros para comprar respiradores.
Pero tal como lo reveló Cáseres «cuando intentamos comprar los respiradores en uno de los dos centros de producción que hay en el país, nos dijeron que no había en stock porque todo lo había comprado nación».
«Después vino la cuarentena y nos quedamos en casa pero no queríamos resignarnos así que utilizando nuestra experiencia en sistemas de automatización y ahí surgió la idea de hacer instrumental los respiradores manuales que son utilizados en ambulancias y unidades de traslado, que no son los de alta complejidad pero tranquilamente pueden ayudar en una emergencia como esta» explicó.
El empresario asegura que con los respiradores manuales -de los que sí hay stock- y un desarrollo en impresión 3D, se pudo diseñar un dispositivo a un costo muy por debajo del mercado y a un promedio de producción de 30 unidades por mes, utilizando el personal experimentado que «contamos en la empresa y que está ocioso por la cuarentena».
La intención original era construir ellos mismos los respiradores pero la idea fue descartada porque hace falta un proceso de homologación y para ello hace falta tiempo.
«Decidimos entonces utilizar respiradores manuales ya homologados y agregarles el automatismo, con un método de presión para que lo haga en forma secuencial, ajustable, alimentándose de aire comprimido u oxígeno y fundamentalmente económico» detalló.
Estima que con el respirador manual adquirido y una inversión de 35.000 pesos pueden tener el producto terminado, frente «a los 700.000 que por lo menos cuesta uno de complejidad».