Es porque los integrantes del Concejo Deliberante de esa ciudad cordillerana no reciben los fondos suficientes para funcionar y debieron prescindir de algunos servicios, como por ejemplo de limpieza o el asesor legal, al que no le pudieron pagar, según expresaron en un comunicado.

El intendente Ariel Molina, en diálogo con Radio Chubut, negó las acusaciones tras asegurar que él remite al Concejo Deliberante lo que está establecido por presupuesto.

Reconoció sin embargo que los fondos destinados están desfasados por el índice inflacionario y él está dispuesto a enviar 80.000 pesos extra tal como le pidieron, pero no le dieron tiempo ni siquiera para responderles y salieron con agresivas acusaciones.

Reveló además que quieren cobrar un retroactivo porque se aumentó el viático del gobernador que es el índice al cual están enganchados.

Acusó a los concejales de «estar en la chiquita» y seguir motivaciones políticas ante el año electoral que se aproxima.

Aprovechó para repasar las obras que están en marcha que incluyen la construcción de 10 viviendas de 1 dormitorio, la terminación del cuartel de bomberos, la edificación de 9 monoambientes y la posible ejecución de 13 viviendas más a través del IPV.