Se trata de las criaturas presuntamente abusadas por el profesor de música en el jardín de infantes 406 de Comodoro Rivadavia.

Las sesiones comenzaron esta semana aunque «sin resultados concretos hasta el momento» explicó la decana del cuerpo interdisciplinario forense de la justicia, Eliana Bévolo, en diálogo con Radio Chubut.

La médica legista reconoció que se trata de un mecanismo complejo porque los niños que participan en las sesiones son criaturas que concurren a salas de 3, 4 y 5 años y que, por su corta edad, no tienen mucho manejo del lenguaje ni tampoco pueden ser interrogados abiertamente.

«La psicóloga que interviene apela a recursos tales como juegos, intentando en principio ganarse la confianza de los pequeños, que estos se sientan cómodos y confiados para recién poder avanzar» detalló Bévolo ante los medios locales.
La Cámara Gesell es una sala especialmente acondicionada para el ámbito infantil, con dibujos en las paredes y juguetes en lo que definió como «lo más parecido a una salita del jardín» y muy distinto a las salas de audiencias en la que deponen los adultos.

Desde afuera las partes pueden seguir las sesiones a través de cámaras y realizar consultas por un sistema de conexión con la psicóloga.

Bévolo reconoció que es un mecanismo bastante utilizado para entrevistar a menores, pero en general se trata con adolescentes o con niños «no tan pequeños», lo que hace en este caso más difícil la tarea.

La decana reconoció que «las audiencias podrán llevar mucho más tiempo del que se cree» lo cual fue comprendido por los padres, lo que descomprimió la situación y los cortes de calle y manifestaciones callejeras cedieron en intensidad.

Aclaró que están en permanente contacto con los padres quienes fueron comprendiendo la complejidad del mecanismo, lo que favoreció a que cesaran las fuertes protestas públicas.