En una reunión informativa que tuvo como eje la mirada federal, funcionarios y expertos opinaron sobre el tema. Se debate un proyecto para incrementar progresivamente el presupuesto del sistema.
La Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados, que preside el legislador José Riccardo de San Luis, realizó ayer la segunda reunión informativa en el marco del tratamiento de los proyectos de financiamiento del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación.
En la apertura, se destacó que los testimonios de especialistas son “insumos muy importantes para enriquecer el debate”, que en esta oportunidad tuvo como eje la mirada federal del sistema.
El primero en exponer en la reunión fue Mauro Carrasco, secretario de Ciencia, Tecnología, Innovación Productiva y Cultura del Chubut, quien coincidió en la necesidad de avanzar hacia “un incremento progresivo y sostenido en el presupuesto” para “un sector que se considera base y motor del desarrollo”.
Carrasco -doctor en Biología- propuso “pasar de un sistema nacional de ciencia y tecnología a un sistema federal”. “Siempre hablamos de que la ciencia necesita financiamiento, y esa es solo una de las herramientas en la cuestión de la federalización. Tenemos que federalizar no solo el financiamiento, sino todos los recursos del sistema: humanos, financieros e infraestructura. No todo es plata”, aseguró.
En ese sentido, señaló que “muchas veces sucede que los recursos”, así como los investigadores y becarios, “quedan concentrados en cuatro provincias”. Asimismo, sugirió “aprovechar” el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT) “porque ahí está la mirada federal”.
La iniciativa establece una distribución de los fondos con criterio federal, atendiendo a promover una reducción progresiva de las asimetrías presentes entre las distintas regiones del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación.
Por otro lado también expusieron Marcelo Rougier, investigador principal del CONICET en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, quien advirtió sobre el “grave deterioro salarial en el CONICET”, y consideró que “la ley debería contemplar la cuestión de la remuneración salarial”.
Por su parte, Erica Hynes, doctora en Química, diputada provincial de Santa Fe por el Frente Progresista Cívico y Social e investigadora independiente del CONICET llamó a que “el Estado pueda definir temas estratégicos y diseñar e implementar instrumentos para promover el trabajo en esas áreas”.
En tanto, Luz Marina Lardone, directora de Ciencia y Tecnología de La Pampa e integrante del directorio del CONICET, coincidió en que “Argentina es un país con profundas desigualdades y asimetrías territoriales” que han impactado en el sistema de ciencia y tecnología.
Sostuvo que el objetivo de la federalización “se ha instalado como uno de los ejes centrales” de la discusión en los últimos años, y que tiene como dimensiones la desconcentración, la descentralización y la democratización en el acceso al conocimiento.
Eugenia Rosales, ministra de Ciencia e Innovación Tecnológica de Catamarca, comentó que esa cartera se creó este año en la provincia -antes dependía de una subsecretaría-, y coincidió en que “hay una concentración de recursos en cuatro provincias” en detrimento de las “zonas con menor desarrollo relativo”, como el caso de Catamarca.
El último expositor fue Agustín Campero, economista especializado en ciencia, tecnología e innovación y ex secretario de Articulación Científico-Tecnológica del Ministerio a nivel nacional, quien destacó que “la mayor fortaleza del entramado científico-tecnológico son las universidades nacionales”.
Según Campero, las universidades nacionales son “la columna vertebral” del sistema porque “más del 60% de los investigadores realizan allí sus actividades”, y eso significa “un alto impacto en las distintas regiones”, además de la “capilaridad y llegada al semillero del conocimiento”. Sin embargo, advirtió que el financiamiento de la ciencia y tecnología en universidades nacionales es “muy bajo”, y propuso “dar incentivos para la incorporación de doctores” en las casas de altos estudios.