Frente a inquietudes de vecinos, la Secretaría de Ambiente, Producción y Desarrollo Sustentable monitoreó junto al equipo técnico de Agua de la Cooperativa Eléctrica el sistema de piletones facultativos situado en la zona norte de Rawson, sobre calle Canito. “Había preocupación de la gente por un supuesto rebalse, lo cierto es que por las últimas lluvias, ese agua se mezcló con los efluentes pluviales; pero no hay riesgos” para la comunidad, comentó la responsable del departamento municipal, Ana Manríquez.

Recibido el planteo de vecinos, la funcionaria municipal mantuvo un encuentro con la ingeniera de la Cooperativa, Adriana Beck, y demás personal técnico para supervisar el funcionamiento de los piletones y su capacidad de resistencia.

Manríquez transmitió tranquilidad a los vecinos que habitan en cercanías porque “no poseen carga bacterial ni materia gruesa”, incluso la prestataria de los servicios públicos “está tomando muestras para divulgar los resultados próximamente”.

La secretaria municipal añadió que “lo que llama la atención es el color; no se puede evitar por el origen del efluente, pero es agua que ya viene tratada de la planta. Sucede que esos espejos hacen de contención. Para la misión encomendada funcionan perfectamente y no hay riesgos para la comunidad”, indicó.

Manríquez explicó que “la gente tiene que entender que cuando llueve, se viene el agua de las bardas, porque los niveles bajan hacia ese lugar, entonces la misma correntada de la lluvia va a ese pluvial.

Tenemos un volumen que a veces llama la atención, pero no es grave la situación; la controlamos. Y acordamos con la Cooperativa que hagan el muestreo para que aclare la situación y muestre los resultados para que la gente esté tranquila”, insistió.

“Tenemos una ciudad que estuvo muchos meses sin cuidado, y ni siquiera pudo resolver temas ambientales, por caso: residuos, pluviales, lotes baldíos y lo relacionado a espacios verdes. Sin embargo, a partir de un esfuerzo sobrehumano de la presente gestión pudimos tratarlos”, concluyó.