Tras un inicio de gestión marcado por un fuerte enfrentamiento del intendente Darío James con la dirigencia de ATE, ambos aceptaron la conciliación obligatoria lo que permite una tregua para llegar a un entendimiento.
Así lo describió el dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado, Luciano Bunge, en diálogo con Radio Chubut.

El gremialista admitió que se llegó a un punto tenso cuando los trabajadores municipales enrolados en su espacio cortaron el puente pero «eso fue por apenas unas horas y para visibilizar el conflicto».

También se refirió a la imagen que brindó el intendente Darío James como colero de basura, tarea que hizo ni bien asumió para mitigar los efectos de una larga huelga.

«El intendente tiene que estar para gestionar, no para juntar basura, pero si a él le gusta está todo bien, de paso será una buena experiencia para saber lo que es el trabajo de un recolector de residuos» enumeró.

Bunge describió un extraño episodio que tuvo lugar cuando se encontraron con el intendente de Gaiman y en momentos que la reunión terminaba él le tendió la mano para saludarlo, lo que fue interpretado por Darío James como un gesto violento y dio un paso atrás para evitar lo que pensó, era un golpe de puños.