Lo contó el intendente de la localidad, Jorge Perversi, en diálogo con Radio Chubut. 

Remarcó que en el fin de semana que pasó ingresaron a la villa balnearia cerca de 7.000 personas, contra las 11.000 que se habían verificado durante 2022.

Explicó que “la nueva situación económica nacional está generando un impacto negativo”.

Sostuvo que “estamos inmersos en los coletazos de esta crisis y nos sigue generando incertidumbre, por lo que tendremos que afrontar lo que venga actuando con más inteligencia, buscando hacer propuestas más atractivas para el turismo y lo más accesibles posibles”.

Consideró que existe un “círculo vicioso” donde se aumentan los valores de los servicios por las dudas.

Sin embargo, marcó que localmente no van a intervenir en los precios de los privados, en línea con lo fijado por el Gobierno Nacional, para que el propio mercado establezca los precios de referencia. 

El intendente reconoció que persisten los problemas de abastecimiento de agua en la villa, producto del funcionamiento al 25% de la planta desalinizadora. 

Esto hace que todos los días la localidad dependa del abastecimiento con camiones aguateros para el suministro a la población local y los turistas.

Finalmente, advirtió sobre los peligros de derrumbe de las bardas hacia el este, ya fuera del ejido.

Expresó al respecto que allí hay guardabosques que siguen advirtiendo no transitar por esos lugares para evitar cualquier tipo de incidente.