D’Albora aclaró que ni él ni su representado plantearon una denuncia contra el sindicato sino hacia sus dirigentes que «utilizan el cargo para llenarse los bolsillos».
Si bien la causa aún está en etapa de investigación, para el abogado no hay duda que está documentada la figura de extorsión.
«Es una de las pocas causas por extorsión que está documentada en cuentas bancarias personales» aseguró el penalista.
Denunció que existen pruebas de que los gremialistas llamaban a los empresarios «pidiendo la mía» y el caso más evidente es que un paro de actividades se levanta ni bien se transfieren los fondos.
Dicho esto, consideró que se está frente a una «organización criminal».
Respecto al incendio que sufrió la camioneta del empresario Cereseto estacionada frente a su vivienda, la que quedó reducida a cenizas, el abogado evitó señalar directamente a los dirigentes denunciados porque no cuenta con pruebas pero descartó que haya sido un auto atentado como se insinuó.