López dijo que las fisuras que se fotografiaron y se difundieron por las redes sociales generando los más variados comentarios son de otra zona, no la que se reconstruyó desde la costa con un enorme movimiento de suelo, por lo que llevó tranquilidad a los usuarios.
El arquitecto recordó que la zona de colapso abarcó unos 150 metros pero a la hora de hacer la reparación se tomó el doble del espacio hacia uno y otro lado, para asegurar una base mucho mayor.
Por otra parte indicó que las fisuras en el asfalto son relativamente comunes cuando falta un mantenimiento permanente dado las permanentes contracciones del suelo.