
El titular del área de Seguridad de la provincia explicó que la investigación inicia cuando en El Maitén en caminos rurales se detectaron cazadores, que se identificaban como del norte, pero no llevaban armas, ni permisos.
A través de las redes sociales se hacía una convocatoria para la caza de ciervos colorados, aunque sin ningún tipo de autorización por parte del área de Fauna.
La investigación se llevó adelante durante dos meses, con el cruce de llamadas, donde se pudo dar con el uso de armas ilegales, y el soporte de gente que hacía las veces de señuelo para avisar cuando había controles policiales.
El lunes se irrumpió en 20 domicilios en colaboración con la policía de Río Negro, donde se secuestraron 50 armas, 17 de ellas al margen de la ley.
En la convocatoria se cobraban 1.300 dólares la excursión de caza, además de otros 1.000 dólares por llevarse la pieza, que incluía las astas de los ciervos.
