Respecto al incendio de Epuyén, que fue el más devastador por las características de su desplazamiento y por el daño hacia las viviendas, Galmes explicó que las llamas se aplacaron y el fuego logró ser contenido en varias áreas aunque queda una ladera identificada como el sector 6 donde se mantiene en actividad.
En cuanto al otro incendio que comenzó en aldea Atilio Viglione y se desplazó hacia Río Pico, Galmes explicó que también se mantiene activo pero menos agresivo gracias a que cambiaron las condiciones meteorológicas y una tenue pero necesaria lluvia ayudó a la disminución de su avance.
Entre uno y otro incendio se calcula que se consumieron más de 5.000 hectáreas de bosques nativo e implantado, además de la vegetación achaparrada y pastos menores propios de la zona.