En comunicación con Radio Chubut, la coordinadora de la escuela, Rosana Cartolano, contó que se encuentran trabajando hace cuatro años en el Centro de Promoción Social del barrio Don Bosco que iba a ser temporal e indicó no es un espacio acorde para los más de 120 alumnos que albergan a diario.
Contó que están en tratativas para alquilar un nuevo salón que ya está destinado junto al municipio que se comprometió a ayudarlos, pero el trámite del subsidio a la fundación que sostiene el proyecto para poder concretarlo se viene demorando.
Recordó que el proyecto tiene 13 años y que desde que se quemó el edificio en el que funcionaban en la ex Emal están en donde están hoy donde ya van cuatro años.
Allí dictan cuatro carreras, además de asistir a unidades productivas de la rama textil del MTE, lo que los lleva al aumentar el número de asistentes ya que por la mañana se suman los grupos productivos, lo que hace difícil trabajar por tener que compartir el salón.
«Presentamos hace un año una propuesta al municipio para alquilar un salón que ya lo tenemos destinado, plantearon que sí y está en trámite el subsidio a la fundación para los primeros meses de alquiler, el trámite se demoró» aseguró a la espera de una resolución antes de fin de año.
Sobre el nuevo lugar, indicó que hay que hacerle refacciones que asumirá el MTE, y cuando haya un lugar acorde van a compartir un trabajo colectivo de educación de oficios para la economía popular en ese espacio, por lo que se están haciendo las gestiones a su alcance.
La falta de espacio se evidencia, dijo, cuando compraro herramientas con un premio de Aluar y dos telares que aportó el MTE que no se pudieron instalar por falta de espacio físico para montarlas.
«Estamos trabajando a media máquina» confirmó, destacando el trabajo de los profesionales para que los alumnos no pierdan el entusiasmo, teniendo en cuenta que tienen más de 30 familias comercializando en el local que apuestan a vivir de la artesanía.
Por último, explicó que de los materiales se hace cargo cada alumno, aunque a veces se organizan compras comunitarias que abaratan los costos al onseguir mejores proveedores, lo que tiene que ver con la organización comunitaria donde buscan la manera que todos tengan material.
«Este proyecto tiene la gran pata del desarrollo autogestivo que es la fundación La Minga que conformamos docentes y alumnos egresados para ser el sostenimiento de este proyecto» agregó.