El tema es que, cuando la causa estaba a punto de ser elevada a juicio oral y público, el abogado defensor de Ferrari pidió el pase al fuero Federal, atendiendo que los hechos investigados se vinculan con un ámbito educativo de la órbita nacional.
Fue el fiscal federal quien opinó la conveniencia del cambio de fuero, con lo que estuvo de acuerdo el juez Guido Otranto.
Estos pasos fueron explicados a Radio Chubut por la fiscal provincial María Bottini, quien llevó adelante la investigación hasta ahora y aceptó el cambio de fuero.
Explicó que si no lo hacía, lo más probable es que la defensa de Ferrari recurra en queja a la Corte Suprema para que decida, en una maniobra dilatoria que dejaría a la causa al borde de la prescripción por el paso del tiempo.
Bottini aclaró que la causa no vuelve a fojas cero porque el propio juez federal aceptó la investigación provincial.
En medio de todo este procedimiento surgió un hecho de ribetes insólitos cuando se comprobó que una policía de la brigada le avisó al investigado Ferrari que estaba en curso un allanamiento a su vivienda para secuestrar el teléfono de su propiedad, lo que habría facilitado que el sospechoso limpie el celular de los mensajes comprometedores.