
En el pueblo se votó en dos mesas en la escuela local y una en El Mirasol, la cual —como en cada elección— resultó definitoria.
Bowman explicó que en El Mirasol, donde hay 37 electores habilitados, el comicio terminó en empate, lo que volvió a marcar la paridad política característica de la zona.
“A pesar de ser un pueblo chico, siempre tenemos esa división marcada. Pero es bueno que la sociedad se exprese; es el mensaje más claro que tiene el vecino para decirnos qué cosas hay que cambiar”, afirmó.
“Estamos muy contentos y agradecidos. Hay cosas por corregir, pero sentimos el espaldarazo de la comunidad”, expresó Bowman.
