La acusación tiene que ver con los episodios denunciados el martes por la noche, cuando los militantes de la agrupación «Camioneros unidos del Chubut» se encontraban realizando pintadas en una zona próxima al cementerio, tarea que abandonaron al ser atacados a balazos.

«No hubo un muerto de milagro» explicó Guzmán, quien aseguró que los matones no realizaron disparos al aire sino que fueron a la humanidad de sus compañeros de agrupación lo que es claramente demostrable por los impactos que quedaron incrustados en el paredón donde estaban haciendo la pintada.

Guzmán aclaró que él compartió por años la conducción del sindicato con Taboada hasta que comenzó con discrepancias por la forma en que se abordaron algunos temas.

A poco de manifestar sus diferencias, el actual Secretario General de Camioneros se encargó de perseguirlo, incluso dejándolo sin trabajo, en un mecanismo intimidante que repitió con los restantes de los militantes de su sector.

El dirigente reparó en el caso particular de Luis Collio, a quien también vinculó con la balacera, pues se trata de alguien que pretende ser intendente de Trelew.

«Es increíble que pretenda ser candidato a la intendencia y ande a los tiros» dijo Guzmán sobre Collio.
Consideró que por estas y otras actitudes seguramente «no lo va a votar ni la familia».

A la hora de interpretar qué les pasó a ambos dirigentes, Guzmán cree que fueron ganando una «práctica maliciosa» porque se ensoberbecieron con el poder y pasaron a manejarlo con extrema violencia.