Según indicó, todo comenzó cuando la víctima, de 67 años, recibió un llamado telefónico en su vivienda, donde alguien que se identificó como su hijo, hablaba con nerviosismo y le contó que había atropellado a una mujer, provocándole una lesión grave.
En el llamado, el hombre aseguraba que para evitar problemas mayores necesitaba dinero.
Al parecer el sujeto conocía el entorno de la víctima porque mencionó que había hablado con otra hija de la mujer.
Es por eso que la damnificada confío en lo que le decía el sujeto y fue hasta un local de transferencias donde envió un total de 250 mil pesos a dos cuentas.
Más tarde se pudo comunicar con su hijo y descubrió que había sido victima de una estafa.