Ruffa explicó que la impugnación presentada ante la Cámara Penal de Trelew tiene varios fundamentos técnicos, pero en particular consideró como central que no se haya precisado cuál fue el supuesto daño ecológico y la mortandad porque, según la explicación que se dio sin sustento, parece que se hubiera matado una cantidad de pingüinos similar a la masa corporal de una vaca que luego desapareció por efecto de los carroñeros del lugar, algo que resulta inverosímil.
Consideró que detrás de la imputación contra su defendido hubo un «show» del que se benefician quienes aparecen como protectores a costa de la defensa de una especie carismática como son los pingüinos con lo cual se aseguran buenos dividendos vía subsidios, becas y premios.
«Se utilizaron palabras como ecocidio, término que se empleó durante la guerra de Vietnam para denunciar la utilización de las bombas napalm, bombas de racimo, y otras bombas convencionales» enumeró Ruffa para marcar lo que a todas luces aparece como una rotunda exageración.
La resolución de la cámara se conocerá en una audiencia prevista para el 21 de mayo, explicó.