Radio Chubut dialogó con María Valentina Martínez Evans, la ganadora con su poema «vida de estudiante», que presentó bajo el seudónimo de «Dulcinea del Toboso».

La joven es estudiante de Letras y reflejó las vivencias de sus amigas que viajan a otro lugar para seguir los estudios terciarios y vuelven cada tanto a su hogar familiar del que ya no se sienten del todo parte pero no dejan de sentirlo como la casa de siempre.

Es el segundo año consecutivo que Valentina obtiene tan importante galardón.

Consideró que es un excelente ámbito el Eisteddfod de la juventud.

Se entusiasma con sus jóvenes 20 años en seguir en el camino de la literatura y aspira a escribir, algún día, su propio libro.

«Vida de estudiante»

Volví a mi pueblo,
luego de cinco años de haber buscado
a aquel extraño
en quien se supone que me convertí.

Volví al valle de ríos frondosos,
donde las norias marcan el paso del tiempo,
de los meses,
de la vida.

Las calles me reciben silenciosas, 
ya no reconocen mi rostro
y me preguntan al pasar
¿hijo de quién sos?

Piensan que he vuelto para alejarme del ruido,
de la velocidad de la vida,
de la carrera matutina de la ciudad

Las luces de los autos me miran mientras camino,
haciendo foco
y recordando a aquella persona que fui,
aquella que nunca dejare de ser.

Volví al pueblo de los fantasmas,
del polvo acumulado en los rincones, 
de la lentitud de la vida,
del calor del hogar.
Al comedor que me regala las comidas de mamá,
las canciones de papá,
los domingos en familia.

Volví a aquel lugar
que, aunque ya no es mi casa,
nunca dejara de serlo.

Volví a casa, volví a mi hogar.

Dulcinea del Toboso