El discurso fue improvisado y duró cerca de media hora, donde aprovechó para cuestionar a quienes consideran a su gestión como «meramente asistencialista» a los que les enrostró que la actividad de su gestión se desplegó en todos los frentes.
Reivindicó las obras de infraestructura en los barrios Moreira 3 y 4 oportunidad en la que agradeció al gobierno nacional que permitió obras de tendido eléctrico, redes de agua, cloacas y aportes para el tendido de gas.
Aseguró que los recursos siempre fueron a los sectores que más necesitan y se diferenció de quienes utilizan fondos para grandes festivales que «nosotros podríamos haber hecho pero optamos por llegar a quienes más necesitan».
Criticó con severidad al gobierno de Mariano Arcioni al que acusó de castigarlos por haberse opuesto a la actividad minera, a punto tal que «retiene hasta los subsidios de transporte» y como si faltara elocuencia, dijo textualmente: «se cagan en el pueblo de Trelew».
En ese terreno acusó a los funcionarios provinciales de jugar a «doble punta» porque cuando hablan por teléfono con él culpan al gobernador que les retacea fondos y en público dicen otra cosa.
Esto, según Maderna, hizo que no se pueda avanzar en el parque industrial.
Sobre la seguridad, recordó que no es una competencia municipal sino provincial, a pesar de quienes hablan como «filósofos».
Prometió no cargar más el boleto de pasajeros del transporte urbano.
Y no ahorró críticas hacia la gestión de Máximo Pérez Catán, de quien heredó el drama de 1.000 familias con la promesa de entregar terrenos que nunca concretó y que él tuvo que afrontar.
Insistió en su condición de peronista en varios tramos y les pidió a los candidatos que están de campaña que no recorran las calles solo ahora sino siempre.
«Qué culpa tenemos nosotros si nos votaron 2 veces» dijo disfrazando la frase con un tono de humildad.
Agradeció al gobierno de Alberto Fernández y a los contribuyentes que, sí cumplieron con sus obligaciones tributarias, es porque confiaron en su administración.