Así lo advirtieron varios oyentes que se comunicaron con Radio Chubut, cuyos vehículos fueron decomisados durante los controles de alcoholemia y al intentar retirarlos, previo pago de la multa, se encontraron con que le faltaban las cubiertas, la batería y en algún caso el equipo de sonido.

El director de seguridad de la policía, Paulino Gómez, reconoció que existieron robos en el puesto 824 que está en el acceso norte a Trelew.

El comisario general aseguró que es imposible para los agentes que están en ese puesto controlar un predio que tiene un frente de 800 metros y cientos de vehículos estacionados en una zona descampada, sin iluminación ni alambre perimetral.

Gómez deduce que se trata de delincuentes que ingresan subrepticiamente aprovechando que no hay forma de controlarlos y saquean lo que está más a mano, sobre todo las cubiertas.

De hecho sostuvo que se descubrieron a menores en esa faena.

Es más: aseguró que esto ocurre desde hace años y que por eso desmantelaron el Wartes, ubicado en el acceso sur a Trelew, donde en una oportunidad detuvieron a una fiat fiorino cargada de motocicletas y otras que llevaba a la rastra que había obtenido allí.

El director de seguridad descartó cualquier complicidad que se le pueda endilgar a los agentes de la policía que están oficiando de «serenos» en esos predios, porque no tienen forma de controlar un solar tan amplio que juntan permanentemente autos.

Recordó que el promedio por fin de semana es de 60 autos secuestrados por alcoholemia o narcolemia.

En tren de confianza, Paulino Gómez ventiló que hasta un servicio de grúa fue utilizado como vínculo para robar las ruedas de auxilio de los autos secuestrados.